Ante la enorme verguenza sufrida por la proclamación de la ya tristemente famosa "ley del retorno" nos cabe un pequeño consuelo. ¡Todavía quedan políticos decentes!. No era de esperar una negativa a esa ley por parte de los neoliberales, pero es profundamente decepcionante que tampoco se puedan esperar políticas de izquierda por parte de los socialistas. Sin embargo, queda lugar para la esperanza... y esta viene avalada por dos de aquellos románticos que han vivido y se mantienen en las convicciones fuertes y arraigadas del socialismo de siempre: Obiols y Borrell. (Parece que también Jacques Delors) ¡Enhorabuena a ellos y a todos aquellos que dijeron no!
No puedo entender que un recién creado "ministerio de igualdad", tenga como función la crítica a un evidente y secular sesgo machista en nuestra lengua y no incida de un modo contundente ante esta ley de acoso y derribo a la igualdad y dignidad humana más básica.