Seré breve y contundente. Pondré, a quien corresponda, este artículo como ejemplo de:
1) Cómo no se debe hacer un artículo. Desastroso en el desarrollo expositivo. Desordenado en el razonamiento y con una esquizofrenia conceptual de primer orden. Véase la equívoca utilización de los conceptos igualdad-igualitarismo.
2) Cómo no debe ser un periodista:
Absolutamente unilateral en la selección de los acontecimientos (véase la alusión al terrorismo islámico ignorando el israelí o incluso el estadounidense).
Absolutamente necio en la comparación de contextos históricos y culturales absolutamente distintos. (Curiosamente el que aboga por la diferenciación y distinción cae en el igualitarismo contextual de todo y de todos). Véase el incluir en el mismo saco terrorismo vasco y terrorismo islámico.
Absolutamente ayuno de conocimientos históricos. Veáse la relación que establece entre la formación de las sociedades democráticas occidentales y la cultura cristiana, obviando que ésta también estaba presente en las barbaridades cometidas en la Edad Media.
Absolutamente desconocedor de la proclamación universal de los derechos humanos o lo que es peor, absolutamente manipulador de los mismos. Curiosamente nos ilustra sobre el artículo número 7 que habla de la igualdad ante la ley, pero pasa por alto nada menos que el número 1 que habla de la igualdad en dignidad y derechos. Creo que esta amputación no es inocente.
3) Cómo exponer muy torpemente algunas líneas de fondo del liberalismo al uso. Pese a estar ideológicamente en las mismas antípodas de este pensamiento, me duele (nos debe doler a todos) ver al enemigo tan vergonzosamente defendido.
http://www.abc.es/20100108/opinion-tercera/amenaza-igualdad-20100108.html