Suele ocurrir con los clásicos. Conoces sus tópicos por referencias bibliográficas, los compras y con cierto aire de normalidad los arrumbas en la librería esperando mejores tiempos. Si te ha ocurrido esto con el "Elogio de la locura", por favor enmienda lo antes posible este error. Es una auténtica gozada el ejercicio de su lectura.
Es especialmente interesante para aquellos que solemos frecuentar las penumbrosos fueros del pensamiento filosófico, porque... "La existencia más placentera consiste en no reflexionar nada", porque "¿no véis acaso a esos hombres severos dedicados a estudios de filosofía, o a graves y arduos asuntos, que han envejecido antes de llegar a la plena juventud, por obra de las preocupaciones y la constante y agria agitación de las ideas, que agota el espíritu y la savia vital?".
Resulta curioso observar cómo huye y critica el concepto estoico de "vida según la razón",acudiendo a la pasión como elemento indispensable y dinamizador de vida y pensamiento.
Habla la estulticia realizando una especie de "apología pro vita sua", y haciendo ver al lector de qué manera es invitada habitual en todos los momentos de la vida personal y en todos los rincones de la vida y estamentos sociales.
A pesar de que la estulticia diga: "El sabio se refugia en los libros de los antiguos, de donde no extrae sino meros artificios de palabras, mientras que el estúpido, arrimándose a las cosas que hay que experimentar, adquiere la verdadera prudencia, si no me equivoco", es la estulticia quien lo dice; porque en estas palabras veo la claridad desbordante de un humanista renacentista. Me quito el sombrero y a este Erasmo le renuevo el contrato, como retrato personal de este blog, por lo menos cuatro lustros más.
REHAGAMOS EL RENACIMIENTO.