8 de noviembre de 2008

COLOQUIOS NOCTURNOS EN JERUSALÉN. Aire fresco en la Iglesia.


En tiempos de anorexia intelectual a uno le excitan otras bulímicas compulsiones. En este caso leer libros y comentarlos brevemente. Pero independientemente de los personales estados de ánimo, hay que reconocer que existen libros que te invitan a darle un empujón a tu nivel de vida, que abren nuevos horizontes y te hacen respirar hondo y fresco. He disfrutado leyendo este pequeño libro, basado en largas conversaciones mantenidas con Carlo María Martini en Jerusalén, lugar en el que está viviendo desde que se jubiló de su ministerio episcopal. Es un librito que destila sabiduría última. En él encontramos el precipitado último de las múltiples experiencias y reflexiones de un cristiano obispo, inquieto y sabio. Entre tanta multiplicidad de reflexiones teológicas de todo tipo y de tanto consejo espiritual al huso, el cristiano necesita paladear de vez en cuando sabias síntesis de vida y fe. Martini vuelve a sorprender al lector con respuestas llenas de lúcida sencillez a las cuestiones más candentes con las que se enfrenta la Iglesia de hoy. Crítico y profundamente creyente Martini nos invita a recuperar una mirada más auténtica a la realidad desde el evangelio y no tanto desde algunos obtusos y caducos planteamientos atrichenramientos eclesiásticos. Altamente aconsejable para el cristiano que en su iglesia necesite respirar.

5 de noviembre de 2008

HISTORIA DE LAS DOS ESPAÑAS



Denso, sesudo y documentadísimo libro el que nos ofrece Santos Juliá. El autor hace un análisis histórico de cómo han narrado y justificado los intelectuales eso a lo que llamamos España. Cómo escritores, ensayistas, pensadores y filósofos han contribuido fuertemente a imprimirle una determinada figura a España. La visión trágica de los del 98, la radiante y nueva España europea de Ortega etc, etc.
Aunque de lectura ardua y fatigosa, sobre todo para aquellos que no estamos acostumbrados a la empalagosísima profusión de datos que manejan los historiadores, la lectura de esta obra ha merecido pena. Es interesante el relato de cómo los intelectuales se hacen un profundo planteamiento de cómo influir más eficazmente en la vida pública española. (¿Cuál es el papel del intelectual en la sociedad en la que vive?). Sublimes me parecen las páginas dedicadas a narrar la eclosión intelectual y artística del primer lustro de los años treinta. Y, por qué no decirlo, un tanto injusto el tratamiento que reciben en el libro los intelectuales que no abandonaron España después de la Guerra Civil. Parece que el hecho de no haber secundado la proeza del exilio, convierte a éstos de por vida en fascistas irredentos que solamente se ponen en contra del régimen franquista, una vez que se han dado cuenta de que no pueden ocupar el poder que deseaban.

¿EL TIEMPO...?

SI NADIE ME LO PREGUNTA, LO SÉ; PERO SI QUIERO EXPLICÁRSELO AL QUE ME LO PREGUNTA, NO LO SÉ. Confesiones XI,14,17