9 de enero de 2011

EN TORNO A LA "HIPERJURIDIZACIÓN" DE LA SOCIEDAD.

En torno a todo este asunto de la "ley anti-tabaco" ha emergido una especie de furibundia antiestatalista, que nos puede llevar a pensar cuál es el sentido y función que tienen las leyes en una sociedad. Este tema es de amplísimo espectro, pero en el contexto en el que ha surgido da que pensar.
En primer lugar yo no estoy en contra directamente de esta ley. Creo que era necesaria y ciertamente liberadora para muchas personas que podían ver afectada su salud por la constante presencia del humo en ciertos lugares que aunque no públicos sí eran comunes.
Sin embargo quiero aprovechar esta oportunidad para expresar algo que me parece, si cabe, más grave y pernicioso. La cada vez y progresivamente más profunda juridización y legalización de nuestro entorno social. Sobre este fenómeno pueden apuntar disintas causas. En mi opinión -por lo menos una de ellas- vuelve a recaer sobre el sistema socioeconómico en el cual vivimos. Y es que cuando todo se mercantiliza, el otro ya no es con-ciudadano (muchísimo menos hermano). El otro es solamente un cliente y mis relaciones con él no nacen de la confianza sino del contrato: de la ley. Pero no hay que olvidar que esta situación no es más que una denuncia a nuestra propia situación moral.
Como profesor y presunto educador estoy sufriendo este fenómeno diariamente en el ámbito escolar. Cuando el padre o el alumno mantiene una relación clientelar con el profesor es absolutamente imposible una educación común. Cada vez más se da el caso de padres que denuncian a profesores sin ni tan siquiera haber mantenido una conversación con el docente. Como también experimentamos diariamente la profunda desconfianza hacia el educador, cuando ante un conflicto profesor-alumno los padres escogen como más fiable la versión de su hijo. La educación de un niño o niña, adolescente o joven únicamente se puede llevar a cabo desde vínculos de confianza mutua entre todos los encargados de llevarla a cabo. Una inflación de legalidad en este ámbito es el comienzo del fin del colegio como entidad educativa.
Termino con unas palabras de Enmanuel Mounier: "...allí donde todo se organiza nada se crea, nada juega la aventura de una libertad responsable. Hace de la humanidad una inmensa y perfecta guardería".

2 comentarios:

Pensamiento Alternativo dijo...

Llama la atención un comentario así viniendo de alguien que, por los comentarios que veo ojeando por encima su blog, imagino que se autodenominará de izquierdas. Precisamente, lo que ha caracterizado ese pensamiento es la idea de organizar a la sociedad, de marcarle pautas, por que claro, si se la deja libre, que cosas terribles van a pasar.

Leo también que eres profesor, la verdad, es que tal como está el sistema educativo, casi estoy por compadecerte, seguro que eres una persona dedicada y que desearías poder contar con alumnos interesados y padres comprometidos con la educación de sus hijos.
Sin embargo, tu comentario echando la culpa a que los padres hacen una interpretación de la educación como si fuera un producto que intercambian me parece equivocado.
Creo que en realidad ocurre exactamente lo contrario.
Lo que ocurre es que se han convencido de que es algo que viene dado, que está ahí porque tienen derecho a recibirlo, pero que no existe en contraposición a una obligación, sino que es algo como regalado, existe y ya está, me lo merezco, y además está ahí para liberarme de mis responsabilidades educadoras, es un trabajo que deben hacer por mi.
En el fondo, es que están educados en la idea de que es algo que ya ha organizado por otro, el estado, y que a ellos nos les incumbe ya ninguna responsabilidad en ese proceso.

Un saludo

EL CRONOLATRA dijo...

Muchísimas gracias por tu comentario. La verdad sea dicha: no sabría afirmar con rotundidad si soy de izquierdas o no. Es cierto, que muchas de las ideas que comparto han sido ubicadas clásicamente en el "corpus ideológico" de la izquierda; pero también es cierto que cada vez más se va difuminando y desapareciendo ese "corpus ideológico" que siempre ha caracterizado a la izquierda dentro de los mismos partidos de izquierda. Sinceramente no creo que hoy se pueda llamar -con un mínimo de honestidad intelectual- de izquierdas (en el sentido clásico de la expresión) a un partido como el PSOE.
Por otra parte estoy totalmente de acuerdo contigo en la observación que haces respecto al tema educativo. Creo que en muchas ocasiones existe una real dejación de funciones por parte de los padres en este aspecto.

Muchas gracias y un saludo.

¿EL TIEMPO...?

SI NADIE ME LO PREGUNTA, LO SÉ; PERO SI QUIERO EXPLICÁRSELO AL QUE ME LO PREGUNTA, NO LO SÉ. Confesiones XI,14,17