Quería rememorar antiguas lecturas. Hace tiempo leí algunas obras de Morris West: Las sandalias del pescador, Lázaro, etc y pensé que leer este extenso best-seller de "Iglesia-ficción" me podría entretener durante estas vacaciones. Aunque los libros de West me parecen mejores, el libro se lee con facilidad e incluso llega a plantear algunas cuestiones que pueden resultar interesantes. El autor firma como monseñor Pietro de Paoli y se maneja muy bien con el argot y el mundillo eclesiástico. Durante toda la novela el autor va haciendo continuas alusiones, más o menos veladas, a realidades de la Iglesia de hoy y se aventura a desear un futuro para la Iglesia de mañana. Libro sin mayores pretensiones, sólo aconsejable para todos aquellos que soñamos y estamos convencidos de que "otra Iglesia es posible".
31 de marzo de 2008
UNA ENTRAÑABLE FICCIÓN
Quería rememorar antiguas lecturas. Hace tiempo leí algunas obras de Morris West: Las sandalias del pescador, Lázaro, etc y pensé que leer este extenso best-seller de "Iglesia-ficción" me podría entretener durante estas vacaciones. Aunque los libros de West me parecen mejores, el libro se lee con facilidad e incluso llega a plantear algunas cuestiones que pueden resultar interesantes. El autor firma como monseñor Pietro de Paoli y se maneja muy bien con el argot y el mundillo eclesiástico. Durante toda la novela el autor va haciendo continuas alusiones, más o menos veladas, a realidades de la Iglesia de hoy y se aventura a desear un futuro para la Iglesia de mañana. Libro sin mayores pretensiones, sólo aconsejable para todos aquellos que soñamos y estamos convencidos de que "otra Iglesia es posible".
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1 comentario:
Otra Iglesia es posible. ¡Qué palabras tan hermosas! Pero ¿para cuándo? Los que una vez la conocimos de cerca y la llegamos a amar confiábamos en que ello era posible. Sin embargo la sola afirmación de que la Iglesia puede mejorar hoy parece ser tomada como herética. Que si te falta confianza en le Espíritu, que el pecad de soberbia es muy fuerte en ti, que si estás embuído por el malgno bicho de la modernidad, que si como eres un alebín descuidado pues la corriente le ha llevado...
No sé, no sé, tal vez sea cierto que sólo veo el mundo desde mis ojos (claro está que son los que tengo) pero en tanto afán por aferrarse a una identidad propia creo que la Iglesia está cayendo en la herejía del docetismo epistémico.
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